El Labrador blanco es una raza muy hermosa que fue criada originalmente como perro de caza, pero que en los tiempos modernos ha adquirido las cualidades indispensables de un perro de compañía. Es un animal increíblemente dulce y bondadoso que necesita la compañía humana.
Gracias a su calidad, compostura, inteligencia y fácil cuidado, el Labrador es una de las razas más deseadas.
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Historia del labrador blanco
La raza fue criada en las islas canadienses de Terranova en el siglo XIX. Para obtener una raza de caza, se cruzaron el pequeño Terranova, el Setter, el Foxhound y el Retriever. Inicialmente la raza era negra y durante mucho tiempo fue de color labrador estándar, pero mediante el proceso de selección de retrievers, labradores y otros perros, se criaron cachorros de varios colores, incluido el blanco.
El labrador blanco puro todavía no está incluido en el estándar, aunque es idéntico en calidad y carácter a sus primos más oscuros
Rasgos del Labrador Retriever
El Labrador Retriever es una raza muy sociable y requiere compañía. Por lo tanto, es adecuado para una persona sola o una familia que esté dispuesta a pasar mucho tiempo con el perro. Los grandes guías, entrenadores y perros de terapia son excelentes labradores. Pueden aportar soledad a los ancianos, ser excelentes niñeras para los niños o ser un compañero para cualquier persona con un estilo de vida activo.
Dejar solo a un cachorro pequeño puede ser peligroso. El aburrimiento le hará morder y estropear las cosas que encuentre a su alcance.
Entre las mejores cualidades del Labrador blanco destacan:
- Una inteligencia bien desarrollada, la inteligencia;
- Un deseo de ser útil, de complacer a su amo;
- Obediente, dócil y fácil de adiestrar;
- Optimista, alegre, juguetón;
- Amable, pacífico y de buen carácter;
- No sufre de agresividad y es casi imposible que se enfade;
- Es bueno con los niños y con otros animales, pero no se debe mezclar con los pájaros, ya que éstos excitan su instinto de caza.
Los labradores se desenvuelven bien en familias numerosas, se convierten en miembros de la familia y se portan igual de bien con todos sus miembros. Además, son muy sensibles a los estados de ánimo de su dueño, así que nunca te enfades con ellos.
A pesar de su amor por la compañía, no son nada molestos. Se adaptan fácilmente al ritmo y al estilo de vida de una familia y toleran a los niños, por lo que no hay que preocuparse de que se pongan nerviosos. No hace falta mucho para enseñarles órdenes sencillas.
Esta raza tiene algunos inconvenientes menores. Son relativos, pero hay que tener en cuenta todas las caras de la moneda antes de adoptar un labrador:
- Su carácter bondadoso hace improbable que sea un guardián; es demasiado bueno con todos, incluso con los desconocidos;
- Es demasiado confiado;
- Le encanta el agua, es difícil evitar que corra en los charcos;
- A menudo escarba en la basura;
- Por aburrimiento, muerde lo que tiene a su alcance;
- Ronca.
Descripción de la raza
Características externas del Labrador blanco:
- La altura varía de 54 a 57 cm según el sexo;
- Peso corporal de 27 a 40 kg;
- El pecho es redondeado; el lomo es corto;
- Cabeza de tamaño medio, de complexión proporcional;
- El pelaje es de tipo denso, corto y suave;
- miembros redondeados;
- Orejas triangulares, ligeramente aplanadas hacia la cabeza;
- color de los ojos de nogal a marrón oscuro;
- El pelaje es de color claro, cercano al crema, el perro adulto puede tener un tono dorado.
Salud
Los perros labradores blancos viven de 10 a 14 años con los cuidados adecuados. Tienen pocas predisposiciones genéticas a la enfermedad y generalmente tienen un buen sistema inmunitario. Muy a menudo los perros se enfrentan al problema de la obesidad, que provoca el desarrollo de enfermedades, reduce la calidad de la raza y reduce la esperanza de vida.
Como los perros son propensos a comer en exceso, hay que tener cuidado con el tamaño de las raciones.
En ningún caso debes alimentar a los labradores con comida de tu mesa, darles carnes grasas, dulces, harina, sal, pimienta, condimentar los alimentos con especias
La calidad de la comida también tiene mucho que ver. Los expertos recomiendan optar por el alimento seco, ya que esto ayudará a que tu perro tenga una dieta bien equilibrada sin demasiado esfuerzo. Si se opta por productos naturales, deben incluirse los suplementos de vitaminas y minerales, así como las proporciones de los alimentos. El perro debe recibir 20 gramos de carne por kilo de peso corporal, lo que constituye el 50% de toda su dieta. Además, el menú incluye cereales, verduras, productos lácteos, subproductos, hierbas y frutas.
Mantenimientos y cuidados de un Labrador blanco cachorro
A pesar de que el Labrador es un perro bastante grande, puedes tenerlo con seguridad no sólo en una casa particular, sino también en un piso. Antes de llevarlo a casa, hay que proporcionarle todo lo que necesita: un cuenco para la comida y el agua, juguetes, una cama para perros, un collar y una correa.
Lo más importante es que se le saque a pasear todos los días y que sea activo en sus paseos, para que pueda correr libremente. Después de administrar todas las vacunas, el cachorro debe ser socializado y se le debe permitir interactuar con otras razas puras, necesita ver a la gente y acostumbrarse a ella. A los labradores les gusta nadar, en la estación cálida se les puede llevar a los estanques para que chapoteen.
El cuidado de esta raza no es demasiado difícil, aunque el tono claro del pelaje es bastante apagado y causa algunas molestias a los propietarios. Estos perros suelen ensuciarse durante los paseos y necesitan un lavado local para eliminar las manchas y la suciedad. El pelo corto de la raza no evita la necesidad de peinarla.
Es mejor peinar al cachorro desde los primeros meses utilizando un cepillo de goma. Peina al labrador blanco cachorro 2-3 veces a la semana y diariamente durante la época de muda.
